" Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana, luego de un sueño agitado, se encontró en su cama convertido en un insecto monstruoso. Estaba echado sobre el quitinoso caparazón de su espalda, y al levantar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas durezas, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia"
Franz Kafka "La metamorfosis"
2 comentarios:
Cuando lo leí de jovencito, lo que más me impactó fue la manzana que le inscrustó su padre y se le iba pudriendo. Debería ser como esa la sensación que dicen de picarte la espalda y no poder rascarte, pero multiplicada.
Y digo dicen porque yo al menos llego a cualquier zona de mi espalda.
¡Lo de la manzana también me dejo traumatizado a mi!
¡Soñaba con el pobre Samsa!
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