31/12/10

¿Qué dijo? LIII

"El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!" - Beltolt Brecht

26/12/10

¿Qué dijo? LII

"nunca, jamás, fuera de aquí, del parlamento, ni ningún estilo de gobernar ni ninguna combinación de gobierno posible. Aquí, repito, está el centro de gravedad de la República española"

Manuel Azaña.

18/12/10

¿Qué hay dentro de un libro? LXI

Por ejemplo, en los boletines de noticias y en los diarios se seguía durante días la historia de una sola criatura secuestrada, arrebatada de su cochecito, tal vez por alguna pobre mujer desafortunada. Centenares de miembros de la policía se dedicaban a rastrear los suburbios y las inmediaciones buscando al niño y a la mujer para castigarla. Luego, la noticia siguiente se refería a la muerte en masa de centenares, millares de y aún millones de personas. Todavía creíamos, queríamos creer, que lo primero, la preocupación por el niño aislado, la necesidad de castigar al criminal individual, aunque para lograrlo se requieran semanas y semanas y la colaboración de centenares de miembros de nuestra abrumada policía, era lo que en verdad daba nuestra imagen. Lo segundo, la catástrofe, era, como habían sido siempre estas noticias para la gente que no se hallaba en la zona amenazada, un accidente lamentable pero menor o, por lo menos no decisivo, que no interrumpía el curso uniforme, el desarrollo de la civilización.

Doris Lessing "Memorias de una superviviente"

1/5/10

1 de Mayo

"El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía"

Karl Marx

Es curioso como  la sociedad occidental entera puede vanagloriarse una y otra vez del espectacular progreso que hemos hecho al tiempo que Marx es cada vez más antiguo y mas actual...

22/4/10

Día del Libro.

Bajo el influjo de tan agradables ilusiones me he pasado medio siglo coleccionando libros. Ellos, inmensamente generosos, no han exigido nada de mí, sino que me han ofrecido todo tipo de revelaciones. «Mi biblioteca —escribió Petrarca a un amigo— no es inculta aunque pertenezca a un inculto.» Como los de Petrarca, mis libros saben infinitamente más que yo y les agradezco que incluso toleren mi presencia. A veces creo abusar de ese privilegio.
El amor a las bibliotecas, como la mayor parte de los amores, hay que aprenderlo. El que entra por primera vez en una habitación hecha de libros no puede saber instintivamente cómo comportarse, qué se espera de él, qué se promete, qué se permite. Puede verse dominado por el horror —a la acumulación o a la magnitud, al silencio, a la admonición burlona de que es mucho lo que ignora, a la vigilancia—, y parte de esa sensación abrumadora puede seguir aferrada a él una vez aprendidos los rituales y las convenciones, una vez cartografiado el territorio, una vez comprobada la actitud amistosa de los nativos.
Con la temeridad de la juventud, mientras mis amigos soñaban con hechos heroicos en el campo de la ingeniería o el derecho, las finanzas o la política nacional, yo soñaba con llegar a ser bibliotecario. La inercia y una mal reprimida afición a los viajes decidieron otra cosa. Hoy, sin embargo, cumplidos los cincuenta y seis años («la edad» —como afirma Dostoyevski en El idiota—, «a la cual puede decirse con razón que comienza la verdadera vida»), he vuelto a ese temprano ideal y, aunque no puedo decir que sea propiamente bibliotecario, vivo entre estanterías cada vez más numerosas cuyos límites comienzan a desdibujarse o a coincidir con los de mi casa.
"


Alberto Manguel. "La biblioteca de noche"

21/4/10

¿Qué dijo? LI

Antonio Gramsci:


" La actual generación tiene una extraña forma de autoconciencia y ejercita sobre sí misma una extraña forma de autocrítica. Tiene conciencia de ser una generación de transición, o mejor aun, cree ser algo así como una mujer encinta: cree estar a punto de dar a luz y espera que le nazca un gran hijo. Se lee a menudo que “se está a la espera de un nuevo Cristóbal Colón que descubrirá una nueva América del arte, de la civilización, de las costumbres”. También se ha escrito que vivimos en una época predantesca: se espera al nuevo Dante que sintetice potentemente lo viejo y lo nuevo y dé a lo nuevo el impulso vital. Este modo de pensar, recurriendo a imágenes míticas tomadas del desarrollo histórico pasado, es muy curioso e interesante para comprender el presente, su vacuidad, su falencia intelectual y moral. Se trata de una de las formas más extravagantes del “juicio de la posteridad”. En realidad, con todas las profesiones de fe espiritualistas y voluntaristas, historicistas y dialécticas, etc., el pensamiento que domina es el evolucionista vulgar, fatalista, positivista. Se podría plantear así la cuestión: toda “bellota” puede pensar en convertirse en encina. Si las bellotas tuvieran una ideología, sería precisamente la de sentirse “grávidas” de encina. Pero en la realidad, el 999 por mil de las bellotas sirven de pasto a los chanchos y a lo sumo, contribuyen a elaborar salchichas y mortadela. "

12/3/10

Fallece Miguel Delibes.

" La voz de Rafa se fue haciendo, progresivamente, más cálida, hasta alcanzar un tono mitinesco:
-Ahora es un problema de opciones, ¿me entiende?
Hay partidos para todos y usted debe votar la opción que más le convenza. Nosotros, por ejemplo. Nosotros aspiramos a redimir el proletariado, al campesino. Mis amigos son los candidatos de una opción, la opción del pueblo, la opción de los pobres, así de fácil.
El señor Cayo le observaba con concentrada atención, como si asistiera a un espectáculo, con una chispita de perplejidad en la mirada. Dijo tímidamente:
-Pero yo no soy pobre.
"

"El disputado voto del señor cayo" Miguel Delibes.




Lástima, las letras pierden a otro de sus caballeros, se están yendo más de los que llegan...

7/3/10

Yo sobreviví a una educación pedagógica.

Con la reforma universitaria de Bolonia y la educación secundaria no se ha parado de oír una ofensiva radical hacia los conocimientos y metodologías tradicionales, señalándolos como artífices últimos del fracaso escolar, el estudiante del futuro, pretenden, ya no puede tomar apuntes ni recibir conocimientos, tiene que contruirlos por sí mismos (¿?) el profesor debe permanecer en silencio y dejar que los alumnos hablen (sobre lo que les de la gana, supongo, cuando dejas que los alumnos hablen de buenas a primeras no se ponen a hablar sobre Matemáticas o Lengua) en fin, una nueva educación centrada en el alumno (¿Y antes donde se centraba?) y cambiar las asignaturas en detrimento de los saberes clásicos para dar una enseñanza del siglo XXI (¿?),
con respecto a este nuevo modelo que se nos va a imponer si o si cito una alternativa propuesta por Rafael Reig en un artículo del diario "Público" " menos pamplinas como Ecología Solidaria, Tolerancia Interactiva o Multiculturalidad Globalizada. Y, por descontado, memorizar mucho: la imaginación no vuela en el vacío y, además, de algún sitio hay que copiar "




Existía un tipo de escuela que probablemente escandalizaría a nuestros queridos pedagogos, se trataba de la escuela de Pitágoras, conocida por prohibir al alumno hablar durante los primeros 5 años de su educación. Desde luego es lo contrario a lo que se pretende hoy en día, aprender " culturalidad globalizada " en una animada charla de colegas.
Hegel, filósofo alemán, no solo no se escandalizó sino que escribió esto sobre el sistema educativo de Pitágoras y que a mi modo de ver no deja de ser útil en nuestra discusión contemporánea sobre educación:


"En general, podemos afirmar que este deber de abstenerse de charlatanerías es condición esencial de toda formación espiritual y de todo aprendizaje; es necesario empezar por saber asimilarse los pensamientos de otros, renunciando de momento a tener ideas propias. Suele decirse que la inteligencia se desarrolla por medio de preguntas, objeciones, respuestas, etc... en realidad, no se desarrolla así, sino que se exterioriza de este modo. La interioridad del hombre se adquiere y desarrolla a través de la formación; por el hecho de que el hombre se atenga silenciosamente a sí mismo, no se empobrecen sus pensamientos ni se amortigua la vivacidad de su espíritu. Lejos de ello, el hombre adquiere de este modo la capacidad de captación y se acostumbra a comprender por qué sus ocurrencias y sus obkeciones no sirven; y al ver cada vez más claramente por qué no sirven, va acostumbrándose a no tenerlas"


Yo relacionaría ese "de algún sitio hay que copiar" de Rafael Reig con el "es necesario empezar por saber asimilarse los pensamientos de otros" de Hegel, a mi modo de ver están hablando de lo mismo, recordando eso que los pedagogos orgullosamente ignoran poniendo en peligro todo el edifico teórico levantado durante siglos para darnos una "educación del siglo XXI"
Por lo menos ahí no se equivocan, nos van a dar una educación del siglo XXI, única y exclusivamente del siglo XXI, ninguna época vio personas tan arrogantes como para cometer esta atrocidad alegremente.

26/2/10

¿Qué dijo? L

Spinoza
Sorprendióme muchas veces ver hombres que profesan la religión cristiana, religión de amor, de bondad, de paz, de continencia, de buena fe, combatirse mutuamente con tal violencia, y perseguirse con saña tan fiera, que más hacen distinguida su religión por éstos que por los otros caracteres antes enumerados. Que a tal extremo han llegado las cosas, que nadie puede distinguir un cristiano y un turco, un judio y un pagano si no es por la forma exterior y el vestido, por saber qué iglesia frecuenta, por conocer su adhesión a tal o cual sentimiento, o por seguir la opinión de tal o cual maestro. Mas en cuanto a la práctica de la vida, no veo entre ellos ninguna diferencia.

23/2/10

¿Qué dijo? XLIX

Baruch de Spinoza

"Si los hombres fueran capaces de regirse constantemente por una regla preconcebida; si constante les favoreciera la fortuna, tendrían el alma libre de supersticiones. Mas como suelen hallarse en situaciones tan difíciles que les imposibilitan adoptar resolución alguna racional; como casi siempre fluctuan entre el temor y la esperanza, por bienes que no saben desear moderadamente, su espiritu está siempre abierto a la más exagerada credulidad. Vacilan en la incertidumbre; el menor impulso les mueve en mil rumbos diferentes, y a su inconstancia se agregan las fatigas del temor y la esperanza. Por lo demás, observadle en otras situaciones y le hallareis confiado en el porvenir, lleno de orgullo y jactancioso."

4/2/10

¿Qué hay dentro de un libro? LX

Desconocer que el practicar unas cosas u otras es lo que produce los hábitos es, pues, propio de un perfecto insensato. Además es absurdo que el injusto no quiera ser injusto, o que el que vive licenciosamente, licencioso. Si alguien comete a sabiendas acciones a consecuencia de las cuales se volverá injusto, será injusto voluntariamente; pero no por quererlo dejará de ser injusto y se volverá justo; como tampoco el enfermo sano. Si se diera ese caso, es que estaría enfermo voluntariamente, por vivir sin templanza y desobedecer a los médicos; entonces si le sería posible no estar enfermo; una vez que se ha abandonado, ya no, como tampoco el que ha arrojado una piedra puede ya recobrarla, sin embargo, estaba en su mano lanzarla, porque el principio estaba en él. Así también el injusto y el licencioso podían en un principio no llegar a serlo, y por eso lo son voluntariamente, pero una vez que han llegado a serlo, ya no está en su mano no serlo.
Aristóteles. Ética a Nicómaco. (Libro III, Cap. 5)

30/1/10

Fallece JD Salinger.

Muchas veces me imagino que hay un montón de críos jugando a algo en un campo de centeno y todo eso. Son miles de críos y no hay nadie cerca, quiero decir que no hay nadie mayor, sólo yo. Estoy de pie, al borde de un precipicio de locos. Y lo que tengo que hacer es agarrar a todo el que se acerque al precipicio, quiero decir que si van corriendo sin mirar adónde van, yo tengo que salir de donde esté y agarrarlos. Eso es lo que haría todo el tiempo. Sería el guardián entre el centeno y todo eso. Sé que es una locura, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.


JD Salinger "El guardián entre el centeno"

29/1/10

¿Qué dijo? XLVIII

André Suarès

Ni el Dios brutal de la guerra, ni el cobarde Dios del comercio y la economía pueden poner orden en el mundo y proporcionarle paz.

24/1/10

La glándula pineal

Descartes tiene en su haber una de los más extravagantes teorías filosóficas que ha dado Occidente, la ubicación y función del alma en la glándula pineal, para el filósofo francés ese era el lugar exacto donde residía nuestra alma.
Puede sonar muy extravagante, aunque no deja de tener cierta justificación, ya hablamos hace un tiempo de que Descartes, inmerso en lo que pronto se convertiría en la revolución de la física y la ciencia, había establecido junto al resto de sus contemporáneos la realidad física como matematizable y carente de libertad, los animales, por ejemplo, no eran más que conjuntos de poleas y palancas.
El problema de ver el mundo así era que el ser humano también era un animal, y hacía falta salvaguardar su libre albedrio como fuese posible, por eso separó la realidad pensante del ser humano con la realidad física, por eso estableció la doble realidad del ser humano, entre lo físico y lo mental, pero se planteaban aún más preguntas ¿Cómo entraban en relación dos planos tan dispares para dar lugar al ser humano completo?
"El alma tiene su asiento principal en la pequeña glándula que hay en mitad del cerebro, desde donde irradia hacia todo el resto del cuerpo por intermedio de los espíritus animales, de los nervios e incluso de la sangre...Y toda la acción del alma consiste en que, por el solo hecho de que quiera algo, hace que la pequeña glándula a la que está estrechamente unida se mueva de la manera que se requiere para producir el efecto que se refiere a esta voluntad"(*)
Esta extravagancia teórica no es mero capricho cartesiano, sino que se encuentra a la base de dos inquebrantables convicciones del filósofo francés, comprometerse con sus propios razonamientos (Descartes podría sencillamente haber ignorado este problema causado por su propia teoría de como es el ser humano) y por otra, como ya señalamos, salvaguardar la libertad humana en un mundo mecanicista.
(*) El fragmento pueden ustedes encontrarlo en "Las pasiones del alma"

23/1/10

¿Qué dijo? XLVII

Ingmar Bergman:

"Tengo la firme impresión de que nuestro mundo está punto de irse a pique, nuestros sistemas políticos se encuentran en grave peligro y han dejado de tener utilidad, nuestros patrones de conducta social, tanto internos como externos, han demostrado ser un fracaso. Y lo más trágico de todo es que no podemos, ni queremos ni tenemos la fuerza para cambiar el curso de la historia. Es demasiado tarde para las revoluciones y en lo más profundo de nuestro ser ni siquiera creemos ya en sus efectos positivos. A la vuelta de la esquina nos aguarda un mundo dominado por los insectos, y algún día este pasará por encima de nuestra existencia ultraindividualizada. Por lo demás, soy un respetable socialdemócrata"

21/1/10

La sala de-formación.

La sala tiene un aura extraña, se percibe en un instante, justo con la primera impresión que es, sin duda alguna, negativa. De mobiliario mortecino todo en ella parece dispuesto para provocar un cierto derrotismo en el visitante, al igual que en el infierno de Dante una inscripción en su entrada que advirtiese al visitante de no albergar en él esperanza alguna una vez traspasado el umbral no desentonaría en absoluto.

La sala, se sospecha, es un pequeño nicho donde el espacio y el tiempo aún no se han jurado inseparable amor eterno y como mucho mantienen una fría indiferencia, este desamor provoca por supuesto graves consecuencias para quien se adentre en la sala, diríase que el tiempo en la sala arrojó por la borda su naturalidad y se instaló en el sinsentido más absoluto, deja de fluir, cual es su naturaleza, y se coagula por las esquinas, más que pasar borbotea, los minutos no se suceden, supuran de forma lenta y caótica mientras que los segundos no llegan y se van, llegan, remolonean, realizan torpes piruetas que enfurecen al visitante y se adormecen entre los ojos y las cosas.
Cada cual decide matar el tiempo como puede, los hay quienes deciden hacerlo de manera rápida y silenciosa, con un picahielos a traición, fin del tiempo. Los hay quienes pergeñan un plan elaborado con meticulosidad de, valga la analogía, relojero, los menos confían en que esa herida mal curada por la que el tiempo supura acabe desangrándolo y yazca, a última hora del día, moribundo e infeccioso.

En el espacio, desde Aristóteles lo sabemos, se acomodan las cosas, listas y bien preparadas para recibir la mirada de la gente y expresar su materia de la mejor forma que pueden, la esencia no, claro, la esencia solo se la enseñan a quien en vez de mirarlas de refilón se queda con ellas y las observa y las piensa. Ha sido así desde siempre mas no en la sala, el espacio, malhumorado como está, soltero como está del tiempo alberga de mala gana las cosas, que no se depositan ya, se sedimentan formando macizos indistinguibles de objetos, romos, pesados de mirar, oscuros de pensar.

Como en cualquier casa con desavenencias, la enemistad entre espacio y tiempo provocan una atmósfera irrespirable en la sala, el aire teme enfadar a cualquiera o cometer alguna impertinencia y decide quedarse quieto donde está, por más que se le obligue a moverse cada cierto tiempo su situación de incomodidad le hace tender a la sempiterna quietud ruborizada. Pero como todas las buenas torturas, esta duró lo suficiente para parecer eterna y lo suficientemente poco para desear su pronto fin que no llegaba.