- Efectuar las mismas observaciones cambiando las circunstancias. (No se puede decir que todos líquidos hirven a 100 Cº si solo se ha observado con el agua por ejemplo)
- Si enunciamos una ley o principio general, este deberá ser derogado si encontramos un caso que lo contradiga.
- El número de veces que hemos observado un caso particular debe ser grande.
Todo este rollo viene a que siempre me ha hecho gracia la historia del pavo inductivista que contaba Bertrand Rusell, matemático y filósofo (Estoy casi seguro que la contaba él, aunque agradecería una correción si me equivoco)
Este pavo descubrió que en su primera mañana en la granja avícola, comía a las 9 de la mañana. Sin embargo, no quiso precipitarse y no se arriegó a sacar una conclusión demasiado rápida, espero a recoger una gran cantidad de datos que corroboraban que comía a las 9 de la mañana, todos los días lo mismo, y también probó su teoría en circunstancias diferentes, en distintos días de la semana, en situaciones climatológicas diversas, hasta que llegó un momento en que se sintió satisfecho y concluyó sin miedo a errar "Siempre como a las nueve de la mañana", pero un buen día llegó la Navidad y no comió a las 9 de la mañana, de hecho no volvió a comer nunca mas...
(Ahora que lo pienso, este habría sido un perfecto post para el día de Navidad, bueno, ya se me ocurrirá otra cosa)
3 comentarios:
La Filosofía no es lo mío, sin embargo sólo soy uno de sus aficionados.
Es por ello que pregunto: ¿Ésto mismo no lo dijeron anteriormente Hume y Popper?
Saludos y adelante con el blog, que aunque no lo comente lo sigo.
Si te refieres a lo del pavo, no estoy seguro de que haya sido rusell quien lo dijese por primera vez, que lo haya dicho Popper o Hume antes es perfectamente posible.
Graicas por leernos y por los ánimos.
Saludos.
See, era Russel si.. Lo dimos en clase de Filosofia este año..
Saludoos,
Troche
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