15/10/06

Schopenhauer hace amigos.

Perdonad que insista de nuevo en tan corto periodo de tiempo en este filósofo, pero su aguda inteligencia combinada con su implacable pesimismo hacen de él uno de los más interesantes filósofos de su tiempo, junto con su más odiado contemporáneo, Hegel.

Veámos esta vez que opina Shopenhauer, el amigo de los niños, sobre la experimentación con animales:

"Hoy en día todo medicucho se considera autorizado a inflingir en su cámara de torturas los más crueles martirios a los animales, con la finalidad de resolver problemas cuya solución está desde hace mucho en los libros, solo que él es demasiado perezoso e ignorante para meter su nariz en ellos. Nuestros médicos ya no tienen la formación clásica de antaño, que les proporcionaba una cierta humanidad y un barniz de nobleza. Ahora van lo antes que pueden a la universidad, donde unicamente quieresn aprender a poner emplastos para así prosperar en la vida".

Paralipomena.

3 comentarios:

Hefesto dijo...

Qué tendran los medicuchos que son despreciados y necesitados en todas las épocas. Por ejemplo, Diógenes de Sínope, viendo a un luchador débil que se había metido a médico, le dijo: "¿Qué es esto? ¿Ahora vences tú a los que te vencieron en otro tiempo?"

Hefesto dijo...

Hoy he empezado a leer El arte del buen vivir y en la biografía que incluye he encontrado dos datos muy graciosos:

1820: Schopenhauer es nombradro profesor en la Universidad de Berlín. A sus clases, que ha programado deliberadamente en el mismo horario que las de Hegel, solo se inscriben 4 alumnos. Al finalizar el semestre su clase se cancela y Schopenhauer renuncia.
Jaja, es que es como un niño.

1840: La Sociedad Real de Copenhague no le concede el premio del concurso sobre el origen y el fundamento de la moral a pesar de que Schopenhauer es el único candidato, con el texto El fundamento de la moral.
Igual que el chiste del que hace una carrera solo y queda segundo. Como para no ser el filósofo del pesimismo.

Jose C dijo...

Lo del premio fue porque según la academia danesa la faltó el respeto de manera continuada a hegel y sus seguidores.

Decía Schopenhauer que si la tarea de las academias de las artes y las letras fuesen coacionar e intentar subyugar y ocultar la verdadera inteligencia la academia danesa habría cumplido su cometido a la perfección.

La asignatura se siguió ofertando durante muchos años aunque Schopenhauer nunca más la impartió.

Pobre hombre.