Y luego comprendió que era él quien confeccionaba el libro y escribía la historia de su vida, de la vida y los actos de toda la gente de su comunidad, sus malos actos y sus hazañas, sus tiempos de duda y sus asombrosos logros. Y ese hombre, ese monarca, miraba el libro y hallaba en él historias que lo guiaban, aportándole una sabiduría que afianzaba su determinación, infundiéndole un amor que lo movía a la compasión, unas esperanzas que le inspiraban actos nobles aunque las esperanzas mismas no se concretaran.
Orson Scott Card. "Retorno a la tierra"
3 comentarios:
El hombre se libera.
Tanto poder hoy me horrorizaría. Entre los dos extremos, me quedo en el que estamos.
Bueno, ciertamente alguien que escriba el libro de su vida y la de los demás por muy buenas que sean sus intenciones debería recordar que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Publicar un comentario