19/1/09

Viajo, luego pienso.

Uno de los libros más sencillos y a la vez más significativos como cambio de un paradigma de pensamiento es "El discurso del Método" de nuestro amigo Descartes, del que ya hemos hablado aquí algunas veces.

En él, el bueno de Renè pasa a primer plano del libro, muchos lo asemejan a un esbozo de biografía, cosa que no encontramos ni en Grecia ni en la Edad Media, eso de que el pensador forme parte de lo pensado e influya en el pensar era algo novedoso en Occidente, que a partir de aquí empezaría filosofar acerca de la naturaleza del sujeto, lo cual nos tendría entretenidos unos cuantos siglos.


Se pueden encontrar cosas bastante sensatas, a mi modo de ver, en dicho tratado/ensayo, pero uno de mis fragmentos preferidos es sin duda este:


"Conviene saber algo de las costumbres de diversos pueblos, para juzgar de las nuestras con mayor acierto, y no pensar que cuanto va contra nuestros modos sea ridículo y opuesto a la razón, como suelen hacer quienes no han visto nada"


(Creo que estamos ante la versión cartesiana de "el racismo se cura viajando")


Y bueno, no podemos hablar del "Discurso del Método" como lo hemos hecho en este blog sin citar también el otro fragmento más famoso de la obra: (Lo encuentran ustedes en el cuarto capítulo de la obra)


"Mas enseguida me di cuenta de que, aunque quería pensar así que todo era falso, necesariamente era preciso que yo, que pensaba, fuese algo. Y observando que esta verdad: Pienso, luego soy, era tan firme y tan segura que las suposiciones más extravagantes de los escépticos no eran capaces de destruir, juzgué que sin escrúpulo podía ocnsiderarla como el principio primero de la filosofía que buscaba"

4 comentarios:

dezaragoza dijo...

Precioso. Como viajero suscribo a Descartes en el primer párrafo y, en general, está bien que volvamos a ciertos científicos ante los graves ataques religiosos que están sufirendo y, con ello, todos los avances conseguidos duramente durante más de tres siglos. Un saludo por tan buen post.

Jose C dijo...

Exacto, esa era la idea, muchas gracias por pasarte.

Saludos.

Índigo dijo...

Me gusta Descartes porque parece que no quiere engañar a nadie, ni a él mismo. Me parece muy vital que podamos ilusionarnos con que si seguimos un método encontraremos lo que buscamos.

Un beso

Jose C dijo...

Totalmente de acuerdo, es una de las características que sin temor podemos dar a Descartes, la de ser bastante honesto a la hora de desarrollar su pensamiento.
Saludos, Indigo.